«Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor». — San Juan de la Cruz.

jueves, 13 de julio de 2023

TERAPIA REPARATIVA DE LA HOMOSEXUALIDAD MASCULINA, UN NUEVO ENFOQUE CLÍNICO, Joseph Nicolosi. (RESÚMEN).

PARTE I 

A LA BÚSQUEDA DE LA PROPIA IDENTIDAD SEXUAL 

Miércoles, 4 de marzo de 2015

CAPÍTULO 1: HOMOSEXUALES NO GAIS, ¿QUIÉNES SON?

Últimamente se ha escrito mucho acerca del concepto de “salir del armario” como una alternativa válida para las personas que quieren recorrer el camino de la autoaceptación como personas gais; pero al mismo tiempo hay personas que no buscan este camino para realizarse, estas personas son los homosexuales y lesbianas no gais.

Paralela a esta investigación, realizada muchas veces por investigadores gay, se ha desarrollado la investigación de Joseph Nicolosi que se conduce en dirección a la terapia reparativa que el propone a sus clientes como una alternativa al hecho de “salir del armario”.

Actualmente es necesario reconocer y dar validez a la lucha del grupo de homosexuales y lesbianas no gais, partiendo por el mismo grupo, para evitar que se cometan más negligencias sociales que lleven a su incomprensión, rechazo o discriminación. Jueves, 5 de marzo de 2015

CAPÍTULO 2: LAS CUESTIONES POLÍTICAS DETRÁS DEL DIAGNÓSTICO

Freud, Jung y Adler consideraron la homosexualidad como una patología; pero en la actualidad ya no se considera así por la Asociación Psicológica Americana (APA). En 1952 se le consideraba un desorden de personalidad socio – pático. En 1968 se le categorizó como otra desviación sexual. En 1973 se retiró nominalmente del Manual Psiquiátrico de Desórdenes Mentales (DSM) de la APA.

La razón para esta evolución no ha sido un proceso de investigación sino la revolución sexual, la necesidad de cortar con el estigma homosexual y el fracaso de identificar las causas psico-dinámicas de la homosexualidad y facilitar un tratamiento efectivo.

Este fracaso, de forma dañina, desanima a los psicólogos y a los pacientes que luchan por superar la homosexualidad. Esto no quita que la profesión psicológica tenga la responsabilidad de continuar explorando las causas, la naturaleza y el tratamiento de la homosexualidad. Viernes, 6 de marzo de 2015

CAPÍTULO 3: EL FRACASO DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL

Entre los años 1930 y 1986 se ha registrado un alto número de cambios satisfactorios ordenados en categorías, registrándose también regresiones y no cambio.

La AMS ha sido entendida como un reflejo de un déficit de la identidad de género; pero el psicoanálisis se enfocó más en la relación hombre – mujer, desestimando la relación hombre – hombre que resolvería el primer obstáculo para la curación, el desapego defensivo identificado por Moverly en 1983.

Moverly identifica como un error el distanciamiento del terapeuta y al tiempo que postula la dependencia emocional dentro de guías terapéuticas, señala la importancia de que el terapeuta sea del mismo sexo y la relación del paciente con los miembros de un grupo de psicoterapia de valores similares.

El mismo autor explica la legitimidad de la necesidad de intimidad con el propio sexo y la formación de vínculos e identidad masculinos en ausencia de intimidad erótica.

Sábado, 7 de marzo de 2015

CAPÍTULO 4: LA IMPORTANCIA DE LA RELACIÓN PADRE – HIJO

El periodo crítico para el desarrollo de la identidad sexual se da antes del tercer año. Los infantes se identifican inicialmente con su madre, además los infantes varones tendrán que identificarse con su padre o una figura masculina involucrada emocionalmente con la madre.

El niño sano abandonará la simbiosis con lo femenino y amoldará su ego al modelo masculino. El niño se identifica con el padre primitivamente por el miedo como una identificación defensiva en un sentido de competencia vital para el desarrollo de su identidad masculina. Asimismo el afecto masculino influye en una mayor identificación masculina en el niño y adolescente.

La causa primera de la homosexualidad no es la ausencia del padre sino el desapego afectivo defensivo contra el rechazo masculino; en este contexto la figura masculina sigue siendo el estímulo principal para el desarrollo de la identidad sexual masculina del niño.

Lunes, 9 de marzo de 2015

CAPÍTULO 5: FORMACIÓN DEL VÍNCULO PADRE – HIJO

El padre empieza a relacionarse con el hijo en su periodo de exploración. Esta relación tiene un intrínseco carácter dinámico, el padre y el hijo se relacionarán a través de una actividad física en la que aprenden a gustar del peligro y a valorar la fuerza, agilidad y acción de sus cuerpos a un nivel físico.

La transformación del niño a hombre requiere de un rito de iniciación en que la primera prueba es la individualización, la conciencia de estar separado de la madre. El padre condicionará su afecto como una prueba que al ser superada dará al niño gradualmente la categoría de hombre a través del reconocimiento de su masculinidad por parte del padre.

El reconocimiento de la propia masculinidad por parte de otros hombres es lo que fragua el pleno carácter masculino y heterosexual. La homosexualidad es una alienación de la figura masculina que se erotiza en búsqueda de una iniciación en ella con la que se encuentra des – identificado.

Martes, 10 de marzo de 2015

CAPÍTULO 6: EL FRACASO EN LA RELACIÓN PADRE – HIJO

Las relaciones deficientes con los padres y luego una búsqueda de atención y compañía masculina son muy frecuentes en la historia clínica de los pacientes homosexuales.

Ellos sienten un rechazo fuera de lo común hacia sus padres como modelos de figura masculina.

El paciente homosexual ha fracasado en la comprensión de su padres y durante el resto de su vida buscará entender quién es su padre, lo que convierte al padre en un misterio; si el padre fue hostil y contrario será un misterio confuso, si era alejado y extraño será un misterio atrayente.

Sea cualquiera de los casos el niño ha carecido de una figura masculina relevante, que demuestre fortaleza y empatía. En muchos de los casos los padres de los niños que luego desarrollan atracción hacia el mismo sexo (AMS), presentaban rasgos de egocentrismo, narcisismo, excesivo carácter crítico, frialdad, distanciamiento y rechazo.

PARTE II

LAS PROBLEMÁTICAS RELACIONADAS

Miércoles, 11 de marzo de 2015

CAPÍTULO 7: PROBLEMAS INSERTOS EN LA NIÑEZ

Entre los 5 y 12 años el niño pre – homosexual se desapega defensivamente del padre a causa de un abuso activo o una negligencia pasiva, este desapego defensivo le separa de otros hombres y de su misma masculinidad, resultando un primer estado de homosexualidad en niños frágiles y afeminados.

El reconocimiento de su propia masculinidad que consiguen los niños en base a la convivencia mutua es una de las principales características de las que carece el niño pre – homosexual. El mismo carece también de una identidad natural con su propio cuerpo.

En la transición erótica el niño admirará a la figura masculina que tiene la masculinidad que admira, este sentimiento pasa por un proceso en que se convierte en atracción erótica; el mismo concepto es lo que se conoce como impulso reparador, el hecho de que el varón que experimenta AMS idealiza a los hombres que son lo que al él mismo le gustaría ser y erotiza la relación con ellos.

Jueves, 12 de marzo de 2015

CAPÍTULO 8: OTROS FACTORES: LA MADRE Y LAS RELACIONES FAMILIARES

La relación de la madre y el hijo es anormalmente cercana y ambivalente en los casos en que se desarrolla AMS. En las relaciones familiares es común una madre intensamente dominante, próxima y posesiva y un padre distante, inafectivo y desvinculado (sistema triangular). La AMS se ve vinculada a familias hogares rotos, infancias desgraciadas y relaciones deficientes con ambos padres.

Una buena relación padre – madre no solo es un ejemplo de relación masculina para el niño, sino que previene cualquier exceso de intimidad entre la madre y el hijo.

En un hogar en el que el niño es agredido irremediablemente se identificará con el padre más dominante. Un hermano mayor agresivo e intimidatorio puede inhibir otros aspectos de identificación masculina. Cuando la madre menosprecia al marido, el niño rechaza la masculinidad.

Viernes, 13 de marzo de 2015

CAPÍTULO 9: FACTORES FISIOGENÉTICOS

La orientación sexual no está bajo el gobierno directo de genes, cromosomas que pudieran determinar un déficit en andrógenos (hormonas) o alguna predisposición a la AMS; sino que está influenciada y es fuertemente dependiente de la socialización postnatal. Podría darse, posiblemente, algún factor biológico que predispusiese a un hombre hacia un déficit de identidad sexual y consecuentemente a la homosexualidad pero este mismo factor no predeterminaría la homosexualidad.

Los genetistas reconocen que si las personas no se dedican, mediante conductas específicas, a aprender las facultades que heredan estas no se manifestarán. Por ejemplo los caballos de carreras y los alcohólicos heredan genes que los predisponen a desarrollar determinadas características; pero no las desarrollarán si no ponen en práctica conductas específicas. Los genes indican la mayor o menor facilidad para desarrollar una característica y no son garantía para el desarrollo de la misma.

Sábado, 14 de marzo de 2015

CAPÍTULO 10: CARACTERÍSTICAS ASOCIADAS A LA PERSONALIDAD HOMOSEXUAL

El varón que presenta AMS tiene un sentido privado y subjetivo de no estar completamente identificado con la masculinidad, experimenta una dificultad particular para la competencia con otros varones, odiados o temidos, a quienes sexualizan para evitar la competición. Además suelen tener dificultad para independizarse y desenvolverse adecuadamente en el trabajo, en el que experimentan problemas en las relaciones con la autoridad masculina. Estos problemas de aserción tienen que ver con la incapacidad de expresar abiertamente los propios sentimientos e ideas por temor de herir o irritar a los demás. Se observa en ellos una exclusión defensiva de la esfera masculina que representa un factor de la naturaleza ambivalente (atracción - hostilidad hacia los demás varones) de la AMS que bloquea el deseo de la plena identificación masculina. Este sentido de exclusión genera aislamiento y frustración que conducen a la persecución obsesiva de sexo anónimo.

Lunes, 16 de marzo de 2015

CAPÍTULO 11: LA RELACIÓN DE AMOR HOMOSEXUAL

Dos hombres no pueden complementarse mutuamente de forma plena no solo por la inadecuación física y psicológica inherente, sino también por la insuficiencia psicológica compartida.

Las parejas homosexuales se caracterizan por ser de una corta duración, en las excepciones en que esta es duradera existe un convenio en el que se permite la infidelidad. El intentar compensar una carencia impide al individuo alcanzar la madurez suficiente para amar a otra persona.

La masculinidad permanece en el ideal gay como el rasgo individual más deseable. Se deja de lado la influencia femenina en una relación de amor, lo que hace la relación insatisfactoria. La ambivalencia en las relaciones homosexuales genera un ciclo frustrante de atracción distante y cercano desinterés.

Al momento de establecer límites un miembro de la pareja suele rendirse lo que provoca una relación posesiva, controladora y asfixiante, causa frecuente de las aventuras con otras personas.

Martes, 17 de marzo de 2015

CAPÍTULO 12: LA SEXUALIDAD GAY

La búsqueda simbólica de la propia masculinidad en las relaciones sexuales con otros hombres genera elementos compulsivos, adictivos y fantasías homosexuales que exponen al varón con AMS a una forma de vida promiscua, caracterizada por los contactos sexuales impersonales y anónimos.

La compulsión de la AMS parece ser una necesidad de parte del paciente de absorber la masculinidad de sus compañeros sexuales, de estar constantemente en la búsqueda de nuevos compañeros sexuales. Esto crea un círculo vicioso de relaciones clandestinas, desasosiego y depresión.

La AMS se caracteriza por una respuesta primitiva a partes del cuerpo o aspectos de la persona objeto de las fantasías, que pierden su impacto inicial por la tolerancia, inclinándose a incrementar la violencia para lograr el mismo efecto. La sexualidad gay está relacionada con una tendencia nociva a separar la sexualidad del afecto haciendo de la pareja de ocasión un fetiche para el deleite narcisista.

Miércoles, 18 de marzo de 2015

CAPÍTULO 13: EL RECHAZO A RECONOCER ELEMENTOS PATOLÓGICOS

Desde los sucesos de Stonewall (New York, 1969), la comunidad homosexual ha exigido tolerancia y aprobación a la homosexualidad como medio para desterrar la propia discriminación histórica.

Los problemas inherentes a la homosexualidad se consideran una interiorización de los prejuicios contra la homosexualidad, catalogado como homofobia. En el cinismo generalizado los pseudo investigadores gay asumen que la naturaleza humana es inherentemente promiscua. En este contexto ha surgido la terapia de afirmación gay (GAT) que lleva a cabo una asunción arbitraria del hecho de salir del armario como medio de solución a todos los problemas aunque este proceso incluya abandonar la esperanza de alcanzar una maduración auténticamente masculina. La homosexualidad requiere su propia estructura de principios y normas radicalmente opuestas a la cultura heterosexual. La re-culturización es tristemente solo la exclusión defensiva a escala social.

PARTE III

PSICOTERAPIA

Jueves, 19 de marzo de 2015

CAPÍTULO 14: EL TRATAMIENTO

Al inicio del tratamiento un fuerte sentimiento de esperanza se impone a los viejos patrones sexuales, luego la vuelta de los mismos pone en evidencia la dura lucha que queda por delante. Durante el proceso en el paciente se desarrolla una valoración del otro como persona a medida que crea vínculos no sexuales con él. Cambia su excesivo sentido de culpabilidad por una auto aceptación y un sincero deseo de plenitud que lo llevará a alcanzar la adultez que él identifica con la masculinidad.

Los pacientes más motivados, que han tenido poca actividad sexual y que están entre los 20 y 30 años tienen un mejor pronóstico. La terapia reparativa es un proceso que probablemente dure toda la vida; así que más que de cura de la homosexualidad, se debería pensar en términos de crecimiento, facilitando los cimientos correctos para una relación masculina no-erótica sana. Luego para algunos la solución será el celibato y para otros el matrimonio heterosexual es el objetivo esperado.

Viernes, 20 de marzo de 2015

CAPÍTULO 15: LA RELACIÓN TERAPÉUTICA

Hay una tendencia común a idealizar y a degradar alternativamente al terapeuta. La comprensión de la degradación (transferencia negativa), es un signo positivo en la terapia reparativa.

Existe una fuerte resistencia por parte del paciente a abandonar los placeres sexuales y la búsqueda del compañero ideal. El paciente puede rechazar la terapia por un miedo al rechazo surgido de su propio rechazo a la identidad masculina; pero solo por medio de los hombres podrá encontrar su propia identidad masculina. Los patrones de la infancia se repetirán con frecuencia durante la transferencia del terapeuta femenino al terapeuta masculino que lo confrontará directamente con su AMS.

El desafío para el paciente es mantener la reciprocidad con el terapeuta masculino, es conseguir la confianza de los hombres. El terapeuta debe ser el modelo de padre fuerte y empático, seguro de su masculinidad y capaz de no consentir un encuentro sexual que sería devastador para el paciente.

Sábado, 21 de marzo de 2015

CAPÍTULO 16: CUESTIONES TERAPÉUTICAS

El terapeuta compensa la necesidad de iniciación estando activamente presente y planteando retos. El varón con AMS avanza en el proceso cuando se convierte él mismo en el hombre que busca en los demás. La vinculación que se genera permite la identificación masculina.

Emitir opiniones es parte del carácter masculino. La competición es la forma en la que los hombres descubren su fuerza masculina. El varón con AMS debe aprender a apreciar una amistad relajada sin excitación sexual. Los hombres heterosexuales se relacionan a través de actividades compartidas. La transformación de lo sexual a lo fraternal es la experiencia curativa esencial de la AMS. Parte esencial es lograr contemplar la poca importancia de la atracción. Las relaciones románticas con mujeres tienen poco o ningún valor en la terapia hasta los últimos niveles. La extroversión es el énfasis de la terapia. La biblioterapia se puede apoyar en grupos de autoayuda como Courage.

Lunes, 23 de marzo de 2015

CAPÍTULO 17: PSICOTERAPIA DE GRUPO

Las interacciones en psico-terapia pueden darse en tres categorías: sin, dentro y entre, la categoría en que se da la reciprocidad y por lo tanto la más terapéutica es la categoría entre.

El tratamiento de la homosexualidad es la destrucción de la resistencia de la exclusión defensiva de los varones ya que lo que en principio fue una protección contra las heridas de la infancia producida por algún varón, es ahora una barrera para la reciprocidad y la intimidad honesta con los hombres en la edad adulta. Esta característica puede verse tanto en la TR (Terapia Reparativa) como en la GAT.

La diferencia con otro hombre no justifica la disociación de él. Este problema de disociación tiene entre unos de sus factores causales a la represión de la ira sufrida por el infante, que no podía dar, ni tener ira. La expresión de la ira resulta un desafío tanto para el emisor como para el receptor.

Como adulto, el varón con AMS tiene la posibilidad de intimar en una relación de confianza sanadora.

Martes, 24 de marzo de 2015

CAPÍTULO 18: LA ENTREVISTA INICIAL

Los pacientes que no suelen continuar después de la primera sesión, generalmente, son aquellos que han sido traídos por los padres o la esposa que no pueden tolerar sus romances gay. Son pacientes que no se ajustan al síndrome descrito en este libro. Sus rasgos narcisistas pronunciados los llevan a elegir un objeto de amor del mismo sexo con rasgos físicos similares a sí mismos. Sin embargo su idealización del otro puede volverse rápidamente en desprecio. Normalmente no tienen dificultades particulares con las amistades masculinas, no muestra evidencia de deficiencia en la identidad sexual y tienen una historia familiar que no encaja en los patrones de la TR; aunque pueden estar estresados debido a su homosexualidad, continúan identificados con ella, aceptando que “esto es lo que soy”. Están abiertos a recibir ayuda para los aspectos del estrés del estilo de vida gay pero están en desacuerdo fundamentalmente con las premisas de la terapia reparativa.

Miércoles, 25 de marzo de 2015

CAPÍTULO 19: LOS ASPECTOS DE LA PSICOTERAPIA INDIVIDUAL

El falso yo o chico bueno oculta un miedo al éxito y al poder. La ira en la autoexpresión es reprimida, así mismo existe una deficiente capacidad para recepcionar ira. Los padres anularon la sexualidad y la potencia en el niño al ignorar su ira. Es un buen signo que el paciente comprenda e identifique en sí mismo el desapego defensivo, el exacto momento y forma en que se excluye de los demás hombres. La raíz del desapego defensivo es el desapego de los propios sentimientos, lo contrario es hablar con alguien y verlo con seguridad. Los hombres auténticos son vistos ambivalentemente como despreciables pero atractivos. No solo hay una necesidad en el hombre de encontrar un mentor, sino que existe también una necesidad del hombre de ser mentor para otro. Los varones con AMS evitan la conducta sexual explícita cuando están comenzando a salir con mujeres. La exposición de la temprana infancia a la pornografía femenina es un estímulo brutal para todos los niños.

Jueves, 26 de marzo de 2015

CAPÍTULO 20: EL PROCESO DE PSICOTERAPIA DE GRUPO

Durante la reunión de grupo presentada aquí, salieron a flote los siguientes temas:

La autocompasión expresada por Max e identificada por sus compañeros de terapia y por el terapeuta expresada en la tristeza de Max ante el hecho de no ser el varón que ve en otros hombres.

La búsqueda de la causa de la manía depresiva por parte del grupo, encontrando dos posibles causas: un suceso de la historia personal o la propia AMS de Max.

La necesidad de desarrollar un sistema de apoyo de amistades masculinas no eróticas. Se evidenció que si el paciente no desarrolla y mantiene un círculo de amistades masculinas, se está abocando al desastre emocional (depresión) o una regresión al desapego defensivo.

Una tendencia a sobrevalorar o minusvalorar a otros hombres. La dificultad de abandonar el sueño de encontrar a ese compañero especial, y la frustración con la naturaleza del cambio progresivo.


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